La Masonería no es una institución proselitista, es decir que nunca pedirá a alguien que se una, y ningún masón le pedirá a alguien que se incorpore a ella; sin embargo abre sus puertas a hombres libres y de buenas costumbres que acuden por voluntad propia en decisión libre, individual y responsable.
Todo hombre que desee pertenecer a la Francmasonería debe reunir los siguientes requisitos:
A esos primeros requisitos básicos, se le añaden los siguientes: